MEMORIA 2020

La Fundación Abertis en la cumbre mundial de la seguridad vial

Cada año mueren 1,35 millones de personas en accidentes de tráfico en el mundo. 

Esta es la principal causa de muerte de las personas de entre 5 y 29 años de edad a escala global, según el último Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Es un precio inaceptable en nombre de la movilidad”. Así de contundente se mostró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyeus, a las puertas de la tercera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial, que se celebró en Estocolmo (Suecia) los días 19 y 20 de febrero para sentar las bases que hagan posible reducir las víctimas de tráfico a la mitad en 2030. En la cumbre se reunieron ministros y altos cargos de los gobiernos de más de 100 países, así como representantes de organizaciones en favor de la seguridad vial, entre ellos, Georgina Flamme, directora de la Fundación Abertis.

Las probabilidades de morir por accidente de tráfico aumentan en función del grado de pobreza del país. Mención aparte merecen las pérdidas económicas y, sobre todo, el sufrimiento que deben acarrear las personas que han padecido lesiones y traumatismos graves. Más de la mitad de las víctimas son individuos desprotegidos: peatones, ciclistas y motoristas.

Aunque son muchas las medidas adoptadas por los diferentes países y muchos los logros obtenidos, todavía no es suficiente. Así pues, el gobierno sueco en colaboración con la OMS convocó la cumbre, con el objetivo de replantear de qué forma conseguir que toda la población mundial tenga acceso a sistemas de transporte más seguros, asequibles y sostenibles. Esta misión se enmarca dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en concreto, con el punto 3.6 (prevenir las muertes y lesiones causadas por los accidentes de tráfico) y el punto 11.2 (proporcionar sistemas de transporte seguros y sostenibles para todos).

La Declaración de Estocolmo, documento final de la conferencia, fue una llamada a la voluntad política para alcanzar el objetivo de reducir las víctimas de tráfico a la mitad, a la cooperación internacional y a las alianzas entre el sector público y las organizaciones privadas. En ella, también se contempla la apuesta por formas de movilidad más sostenibles: a pie, en bicicleta y en transporte público, es decir, que ayuden a prevenir enfermedades cardíacas y pulmonares, el cáncer y la diabetes. La nueva movilidad también deberá contribuir a reducir la contaminación atmosférica y acústica, así como promover el urbanismo sostenible, con menos atascos y un mayor acceso a unos espacios verdes públicos seguros e inclusivos.

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La Fundación Abertis en la cumbre mundial de la seguridad vial

Cada año mueren 1,35 millones de personas en accidentes de tráfico en el mundo. 

Esta es la principal causa de muerte de las personas de entre 5 y 29 años de edad a escala global, según el último Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Es un precio inaceptable en nombre de la movilidad”. Así de contundente se mostró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyeus, a las puertas de la tercera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial, que se celebró en Estocolmo (Suecia) los días 19 y 20 de febrero para sentar las bases que hagan posible reducir las víctimas de tráfico a la mitad en 2030. En la cumbre se reunieron ministros y altos cargos de los gobiernos de más de 100 países, así como representantes de organizaciones en favor de la seguridad vial, entre ellos, Georgina Flamme, directora de la Fundación Abertis.

Las probabilidades de morir por accidente de tráfico aumentan en función del grado de pobreza del país. Mención aparte merecen las pérdidas económicas y, sobre todo, el sufrimiento que deben acarrear las personas que han padecido lesiones y traumatismos graves. Más de la mitad de las víctimas son individuos desprotegidos: peatones, ciclistas y motoristas.

Aunque son muchas las medidas adoptadas por los diferentes países y muchos los logros obtenidos, todavía no es suficiente. Así pues, el gobierno sueco en colaboración con la OMS convocó la cumbre, con el objetivo de replantear de qué forma conseguir que toda la población mundial tenga acceso a sistemas de transporte más seguros, asequibles y sostenibles. Esta misión se enmarca dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en concreto, con el punto 3.6 (prevenir las muertes y lesiones causadas por los accidentes de tráfico) y el punto 11.2 (proporcionar sistemas de transporte seguros y sostenibles para todos).

La Declaración de Estocolmo, documento final de la conferencia, fue una llamada a la voluntad política para alcanzar el objetivo de reducir las víctimas de tráfico a la mitad, a la cooperación internacional y a las alianzas entre el sector público y las organizaciones privadas. En ella, también se contempla la apuesta por formas de movilidad más sostenibles: a pie, en bicicleta y en transporte público, es decir, que ayuden a prevenir enfermedades cardíacas y pulmonares, el cáncer y la diabetes. La nueva movilidad también deberá contribuir a reducir la contaminación atmosférica y acústica, así como promover el urbanismo sostenible, con menos atascos y un mayor acceso a unos espacios verdes públicos seguros e inclusivos.

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